Convertirse en socio de un bufete de abogados es una forma estupenda de hacer que su propio bufete sea más sostenible y rentable. Las ventajas de trabajar en solitario son numerosas, pero ser tu propio jefe también significa que tienes más libertad para trabajar en los proyectos que te interesan. Además, trabajar en solitario te da flexibilidad para explorar nuevas trayectorias profesionales y crear una red jurídica activa que puedes utilizar en futuras entrevistas de trabajo u oportunidades de negocio. Trabajar como abogado autónomo no tiene por qué significar sacrificar las comodidades del hogar y la vida familiar. Aquí tienes 7 consejos que te ayudarán a empezar como asociado en un bufete de abogados:
Conozca a sus clientes y demuestre su experiencia
Muchos bufetes que brindan asesoría en Sevilla tienen un asociado que hace todo menos el papeleo. A esta persona se la llama «houseaint» y hay que elogiarla por sus conocimientos jurídicos y su dedicación al bufete. Suelen trabajar como asistentes jurídicos o abogados asociados. Aunque no pueda igualar la experiencia de un socio a tiempo completo, puede demostrar sus conocimientos jurídicos trabajando en casos relacionados con su especialidad. Empiece por leer los escritos jurídicos y los casos prácticos que le proporcionen los clientes a los que presta sus servicios. Esto le dará una buena idea del tipo de casos que llevaría si fuera un asociado a tiempo completo.
Contrate a gente estupenda
Impugnar un caso es la mejor manera de que se reconozcan tus conocimientos jurídicos y de demostrar a los clientes a los que atiendes que conoces la ley. Empieza escribiendo un caso práctico sobre uno de los casos que leas. Una vez hecho esto, escriba un breve análisis «impugnatorio» del caso. Esto te dará información a la que no tienes acceso en el caso en sí, pero demostrará tu conocimiento de la ley y te ayudará a ganarte la confianza de los clientes.